Un año sin mi abuelita

Cada cumpleaños de mi hija va ligado inevitablemente a un aniversario del fallecimiento de mi abuelita, ella partió a su encuentro con Dios el 21 de Febrero del año pasado. Asi, pasamos de la alegria a la tristeza literalmente de un dia para otro.

Mi abuelita fué una mujer maravillosa, siempre la recuerdo ingeniándoselas para ayudar a todo aquel que necesitaba de ella, brindando un consejo sabio y todo el tiempo pendiente de su familia. Fué mi complice, siempre alerta a todo lo que le contaba, nunca tuvimos secretos, puedo decir que es la persona que mas me conocía. Siempre nos consintió, recuerdo mucho que no nos gustaba comer la sopa cuando eramos pequeñas y ella para hacernos mas divertido el tomarla nos invitaba a sorberlas con popotillos multicolores jajaaa (decia que el fin justificaba los medios), trataba de que hubiera en casa las comidas que nos gustaban, los fines de semana preparaba su itinerario para pasarlo con mi hermana y conmigo llevándonos al parque, a comer pizzas o al cine.

Conforme fuimos creciendo y mi madre haciéndose más y más estricta ella mediaba la situación, nos ofrecia su regazo para llorar por los castigos, nos escondiamos tras de su falda para evitar la furia de mi mamá.

Una vez con mis compañeras hicimos una travesura en la secundaria y obviamente mandaron a llamar a nuestros padres, recuerdo que no podia decirle a mi madre porque estaba segura que me iba a castigar de por vida , asi que fue mi abuelita en su representación, en esa ocasión ella fué la única que frente a la directora de mi escuela nos defendió argumentando que éramos unas niñas, desafortunadamente no corrimos con suerte y nos aplicaron un castigo fuerte y en ese momento se convirtió en abuela de todas y comenzo a consolarnos!

Seguimos creciendo, y siguió acompañando todas nuestras decisiones, ella fue a buscar apartamento con mi hermana cuando se fue a estudiar fuera de la ciudad, y trato de acudir frecuentemente a pasar dias con ella para que no extrañara la comida de la casa. Mientras tanto se daba tiempo de convivir conmigo aca para que yo a su vez no resintiera la ausencia de mi única hermana, conocia los nombres e historias de todas mis amigas y como ya escribi fue mi confidente.

Su compañía fué valiosa para mi, es maravilloso recordar tantas tardes sentada con ella viendo las películas de Pedro Infante, Jorge Negrete y Sara García, viendo sus telenovelas, o simplemente tomando un café y platicando de sus anecdotas de juventud.

Con el tiempo al verse bisabuela fue feliz compartiendo el mismo amor con nuestras hijas, llenadolas de apapachos, besos, cariños, jugando con ellas como una niña más, y de manera especial a mi hija la amó y cuido de una manera increible.

Tristemente la perdimos una noche fresca de febrero, sorpresivamente sin darnos aviso decidió partir, nunca nos dió señales de enfermedad, me imagino que no queria preocuparnos... No pasa un dia en que no me lamente por no haberle dado más de mi tiempo en esta mi etapa de adulto, que no me reproche el haberme encerrado en el trabajo. No pasa un dia en el que extrañe su compañía, su voz, sus consejos, su amor incondicional.

Y hoy, a un año de su ausencia tratamos de seguir nuestra vida como ella hubiera querido, pero no es igual, la echo mucho de menos. Aunque segura estoy que desde el cielo nos sigue vigilando, y dándonos luz como la imagen que puse a este post, se sigue diviritiendo de las gracias de Pepino su consentida, y sigue rezando por nosotros.