febrero 09, 2012

Febrero

Febrero y yo tenemos una relación así tipo amor y odio, en este mes siempre suceden cosas en mi familia.
Un 20 de Febrero fuí madre por primera vez, dos años después de eso un 21 de Febrero se fué al cielo mi angelote mayor, mi abuelita. Si, un día después del cumpleaños de mi hija.
Dos años después del fallecimiento de mi abuelita y cuatro años después del nacimiento de mi hija, justo el 20 de Febrero entraron y vaciaron completamente la casa de mi madre.
Y ahora este bendito mes hace de las suyas nuevamente, mi marido se queda sin trabajo, y se lleva a otro ángel enorme Amaya Marichal.

Amaya es de esos seres que te apropias, que conociéndola o no forma parte de tu vida, fué el ejemplo de varias personas, y logro unir a otras tantas. Creo que, como leí en un comentario de su mamá, ya es eterna, vive en cada uno de nosotros que la recordamos y admiramos con tanto cariño. Amaya ha dejado tanta luz y tanto amor que por ello es difícil no sentir un nudo en la garganta mientras escribo estas lineas, porque como lei en el blog de Ernesto, es duro soltar a alguien.
Lo que si estoy segura es que Dios necesita ángeles y al menos en Febrero se ha llevado a dos maravillosos.

Febrero, febrero, ángeles llegan, ángeles se van.

2 comentarios:

Elizabeth Plascencia dijo...

Mi Diviliru hermosa, trata de ver las cosas con más optimismo, quizá Febrero es un mes de cambio y renovación. Algunos cambios no nos gustan sin embargo son los que nos dan oportunidad de que las cosas sean distintas. Animo.

Diliviru dijo...

Liz! Febrero siempre me deja sorpresas, pero hay que tratar de sobrellevarlas. Gracias por los ánimos